Juan 18: 33-37
Estimados amigos.
Esta fiesta tiene un claro y formidable mensaje para nosotros. También tiene una función muy significativa en nuestro año litúrgico.
En el Evangelio de Juan, la historia de Jesús y Pilato es una de las partes más importantes de la narrativa de la Pasión. Involucra siete escenas diferentes.
Una dimensión de la historia es que Jesús es definido como rey en contraste con los líderes de la tierra. Su posición está enraizada en el estatus, la exclusividad, anillos y mantos, expresiones de riqueza y poder, títulos y la habilidad para manipular todas las cosas y a todas las personas para su propia ventaja. El reinado de Jesús está designado por la llamada para testificar la verdad, para servir, para ser libre en la pobreza y en la falta de reconocimiento, para dar la medida final de amor a todas las decisiones. En su reinado, todas las cosas vienen de Dios y llevan hacia Dios.
Jesús ofrece la más clara expresión de este reinado ante los soldados al mismo tiempo de la flagelación y de la burla. Jesús había dicho claramente, “Mi reino no pertenece a este mundo.” (Juan 18: 36) Jesús está poniendo todo junto en el mensaje total de su ministerio y de su vida. Él nos está invitando para recibir todas sus enseñanzas por medio del objetivo de su reino ante los soldados y en la cruz.
En el Evangelio de Juan, la historia de Jesús y Pilato es una de las partes más importantes de la narrativa de la Pasión. Involucra siete escenas diferentes.
Una dimensión de la historia es que Jesús es definido como rey en contraste con los líderes de la tierra. Su posición está enraizada en el estatus, la exclusividad, anillos y mantos, expresiones de riqueza y poder, títulos y la habilidad para manipular todas las cosas y a todas las personas para su propia ventaja. El reinado de Jesús está designado por la llamada para testificar la verdad, para servir, para ser libre en la pobreza y en la falta de reconocimiento, para dar la medida final de amor a todas las decisiones. En su reinado, todas las cosas vienen de Dios y llevan hacia Dios.
Jesús ofrece la más clara expresión de este reinado ante los soldados al mismo tiempo de la flagelación y de la burla. Jesús había dicho claramente, “Mi reino no pertenece a este mundo.” (Juan 18: 36) Jesús está poniendo todo junto en el mensaje total de su ministerio y de su vida. Él nos está invitando para recibir todas sus enseñanzas por medio del objetivo de su reino ante los soldados y en la cruz.