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Festividad de Cristo Rey

Juan 18: 33-37


Estimados amigos.

Esta fiesta tiene un claro y formidable mensaje para nosotros. También tiene una función muy significativa en nuestro año litúrgico.

En el Evangelio de Juan, la historia de Jesús y Pilato es una de las partes más importantes de la narrativa de la Pasión. Involucra siete escenas diferentes.

Una dimensión de la historia es que Jesús es definido como rey en contraste con los líderes de la tierra. Su posición está enraizada en el estatus, la exclusividad, anillos y mantos, expresiones de riqueza y poder, títulos y la habilidad para manipular todas las cosas y a todas las personas para su propia ventaja. El reinado de Jesús está designado por la llamada para testificar la verdad, para servir, para ser libre en la pobreza y en la falta de reconocimiento, para dar la medida final de amor a todas las decisiones. En su reinado, todas las cosas vienen de Dios y llevan hacia Dios.

Jesús ofrece la más clara expresión de este reinado ante los soldados al mismo tiempo de la flagelación y de la burla. Jesús había dicho claramente, “Mi reino no pertenece a este mundo.” (Juan 18: 36) Jesús está poniendo todo junto en el mensaje total de su ministerio y de su vida. Él nos está invitando para recibir todas sus enseñanzas por medio del objetivo de su reino ante los soldados y en la cruz.
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Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario


Marcos 13: 24-32


Estimados amigos,

Llegamos a la conclusión que cada año litúrgico tenemos un mensaje sobre el fin del mundo. Siempre es dramáticamente diferente a los mensajes sensacionalistas que escuchamos cada tantos meses por parte de algún loco o algún grupo. El mensaje del Evangelio es muy claro. Nosotros no sabemos y no vamos a saber el momento, de manera que necesitamos estar vigilantes. Todo las demás especulaciones son inútiles. La narrativa de hoy es la mejor entendida como una invitación a estar en vigilia y preparados en cuanto a cómo vivimos y esperamos la venida del Hijo del Hombre.

Sin embargo, hay otra dimensión en el mensaje del Evangelio de hoy que se ajusta muy bien a la experiencia humana. Se refiere a la ocurrencia común que todos tenemos. Hay cambios repentinos y dramáticos en nuestra vida que vienen con las enfermedades, la muerte, fallas en las relaciones personales, desastres económicos o cosas por el estilo. Cuando suceden estas cosas, parece como si nuestro mundo llega a su final. Tenemos que enfrentarnos a una nueva realidad que es atemorizante y extraña.

Uno de los eventos más poderosos de este tipo para mí fue una experiencia profundamente traumática de mi hermana Mary. Ella se encontró como madre de seis hijos en un lapso menor a ocho años. Una mañana su esposo despertó con severo dolor en su estómago. Varias semanas más tarde ella era una joven viuda cuando el cáncer le ganó la batalla a su esposo. Con su muerte también se fue su mundo que estaba centrado en su amor y soporte.
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Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 12: 38-44


Estimados amigos,

Como todas las enseñanzas de Jesús, la historia del óbolo de la viuda tiene muchos niveles. En el tiempo de Jesús, el papel de la viuda era especialmente doloroso y cruel. Primero que todo, ella no tenía derechos. La herencia del esposo iría a su familia. La viuda era, de hecho, prevenida de volver con su familia si todavía se adeudaba algo de su dote.

De manera que para Jesús señalar a la viuda era una elección muy profunda y específica. El contraste con la donación de los ricos era extremo.

Hay un segundo punto sobre la viuda de la historia del Evangelio y la viuda de la primera lectura alimentando a Elías en el Libro de los Reyes. No era cuestión de dos mujeres desesperadas guardando sus recursos. Ellas simplemente estaban lidiando con bolsillos y monederos vacíos. Esto era más cercano a la norma en su estilo de vida ordinario.
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Trigésimo Primer Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 12: 28-34 


Estimados amigos,

El intercambio de hoy entre Jesús y el sorprendente escriba amistoso contiene un verdadero tesoro para nosotros. Todo es sobre el amor.

Un punto crítico que encontramos en este diálogo es la importancia de escuchar. Dios ha hablado. Nuestra respuesta absolutamente esencial es escuchar. Thomas Merton, el gran maestro espiritual del siglo pasado nos ofrece una guía para esta tarea necesaria de escuchar. Él define la oración como “Un anhelo por la presencia de Dios, conocimiento de la voluntad de Dios y comprender la palabra de Dios, y por último la capacidad de escuchar y obedecer.”
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Trigésimo Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 10: 46-52


Estimados amigos,

La historia de Bartimeo parece una simple historia de un milagro, pero es mucho más que eso. Es la historia de lo que es ser un verdadero discípulo. Por dos capítulos y medio, Marcos tiene a Jesús desafiando a los discípulos para que se den cuenta que su fidelidad para seguir la voluntad del Padre es el destino que le espera en el camino a Jerusalén.

Esto le llevará a la cruz y a la Resurrección.

Los discípulos simplemente no entienden. Ellos están confundidos, intimidados y temerosos. En tres veces Jesús les anuncia su destino que es el del Mesías sirviente que sufre. En cada ocasión los discípulos respondieron en una forma que muestra su ignorancia y confusión.

En la historia de Bartimeo, Marcos nos da las características de un discípulo fiel y verdadero. Primero que todo, hay un hambre en el corazón que lo lleva a uno a buscar a Jesús. Bartimeo no permitiría que la multitud lo intimidara de manera que continuaría gritando hasta recibir la llamada de Jesús.

Jesús tiene para él la misma pregunta que le hizo a Juan y Santiago, “¿Qué quieres que haga por ti?” (Marcos 10: 51) a diferencia de la ambición personal de los dos hermanos, el ciego mendigo busca la luz de Jesús. Este es un símbolo del mensaje de sabiduría y verdad que Jesús ha estado tratando de enseñarles a sus discípulos.
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Vigésimo Noveno Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 10: 35-45 


Estimados amigos,

La selección del Evangelio de hoy es parte de una sección más amplia del Evangelio de Marcos. En este pasaje grande (Marcos 8: 22, 10: 52), Marcos nos desafía para aceptar a Jesús en sus términos y para abrazar las consecuencias de esta elección en nuestras vidas como discípulos. El evangelista muestra a Jesús como alguien que nos salvará por el sacrificio y servicio envueltos en amor y no en poder y prestigio puestos en riqueza y comodidad. Esto es una destrucción de los valores de nuestro mundo diario.

Justo antes de la petición de Juan y Santiago por poder y privilegio, por tercera vez, Jesús le ha dicho a los discípulos que Él sería rechazado, que sufriría y moriría en la cruz para resucitar al tercer día. Cada uno de los tres pronunciamientos está seguido por dos puntos más. El primero es un ejemplo que muestra que los discípulos están en completa negación del mensaje. El segundo es una lección más profunda en la que Jesús demuestra verdadero discipulado. Estas son las tres instrucciones de Jesús en este proceso:

  • Estén abiertos para lo que sea que Dios pida de nosotros. 
  • Aceptar aun a los miembros más insignificantes de la comunidad como iguales. 
  • Juzgar nuestras vidas como si fueran dirigidas en las huellas de Jesús. 
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Vigésimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario

MARCOS 10: 17-30 


Estimados amigos,

Justo después de mi ordenación, mi mejor amigo me trajo un gran problema. Él estaba seguro que yo tenía la respuesta después de todos los años de estudio en el seminario. Su hermana había dejado la iglesia para unirse a un grupo evangélico. Esto rompía su corazón. Él estaba convencido que yo podría traerla de regreso a la iglesia. Yo fallé y por muchos años él no me permitió olvidarlo.

Una de las razones prioncipales por las que fallé es que la teología que yo había estudiado en los dias previos al Vaticano II daban poco énfasis a la Escritura y a la relación personal con Jesús. Esta fue su mayor atracción hacia los evangélicos.

Desde el Vaticano II hemos sido invitados a ver la evangelización como la tarea principal de la iglesia. Debemos regresar continuamente a recordar que el corazón de nuestra fe siempre será el mismo: el Dios que reveló su inmenso amor en el Cristo crucificado y resucitado. Toda evangelización es sobre el llamado a tener una relación personal con Jesús. Esto viene primero, antes que toda la catequesis y los estudios. Necesitamos un encuentro personal con Jesús que nos toca en la parte más profunda de nuestro ser.

En la historia del Evangelio de hoy sobre el hombre rico, Jesús está invitando al hombre a enfocar su atención no tanto en lo que tiene que hacer, sino en darse cuenta de la bondad y generosidad de Dios. El texto tiene la increiblemente bella declaración: “Jesús, fijó su mirada en él, y le tomó cariño” (Marcos 10: 21) el hombre no veía este amor ni lo experimentó porque él estaba atrapado en sus riquezas, las cuales Jesús le había dicho que hiciera a un lado. “Al oir esto el hombre se desanimó totalmente, pues era un hombre muy rico, y se fue triste.” (Marcos 10: 22)
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Vigésimo Séptimo Domingo del Tiempo OIrdinario


MARCOS 10: 2-16


Estimados amigos,

Esta es una selección muy compleja del Evangelio. La conclusión de las dos secciones era una lección radical y molesta por parte de Jesús. Una de esas que incluso los primeros cristianos tenían problemas para aceptar. Era mucho más profundo que el problema del divorcio. Destruyó una verdad muy querida ese dia: las mujeres y los niños son propiedades. Jesús está señalando que son seres humanos hechos a imagen de Dios.

La enseñanza de Moisés sobre el divorcio era clara. Estaba permitido. La cuestión legal, en el tiempo de Jesús, era dicha razón.

Los fariseos estaban tratando de atrapar a Jesús al mostrar que Él estaba en contra de la ley de Moisés. Sabiendo que Moisés concedía el divorcio debido a la dureza de corazón, Jesús apeló al plan original de Dios en el Génesis, “y los dos se volverán un solo cuerpo.” (Génesis 2: 24)
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Vigésimo Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 9: 37-42 


Estimados amigos,

El Evangelio de hoy tiene dos puntos principales: las cosas buenas que ocurren afuera de la comunidad y las cosas malas que ocurren dentro de la comunidad. Como siempre, somos confrontados con una invitación al Misterio de Dios. Este ofrecimiento nos llama a expandir nuestro corazón y nuestra visión del mundo para abrazar la presencia de Dios en cada uno de nuestros hermanos.

Es interesante que cuando Juan le está diciendo a Jesús sobre el problema de los “fuereños”, él dice, “Nosotros hemos tratado de impedirselo porque él no anda con nosotros.” (Marcos 9: 38) en los capítulos previos y en los siguientes de Marcos hay una gran evidencia de que ese “nosotros”, que son los discípulos, todavía no entienden lo que Jesús está enseñando. Esto es verdad para muchos de nosotros en la iglesia de hoy.
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Vigésimo Quinto Domingo del Tiempo Ordinario

MARCOS 9: 30-37


Estimados amigos,

Nuestra fe católica con frecuencia es descrita como un servicio desde la cuna hasta la tumba. Actualmente, somos muy enfáticos que esto empieza mucho antes de la cuna en el momento de la concepción. Creo que todos tenemos dificultad con esta demanda universal de nuestra fe.

Cuando yo tenía once años, nació mi primer sobrino. En los años siguientes vinieron muchos más sobrinos y sobrinas. Pronto descubrí que disfrutaba mucho jugar con los niños especialmente en las edades de tres a cinco años. Yo solía decirle a mis hermanas y cuñadas que yo no creía que los niños fueran humanos hasta que llegaban a los tres años. Definitivamente lo mío no era con los bebés. Con el paso de los años he mejorado mucho en cuanto a mi visión de los bebés.
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Vigésimo Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario


Marcos 8: 27-35


Este pasaje hoy es la pieza central del Evangelio de Marcos. Todo lo que precedió lleva a la pregunta crítica de Jesús, ¿Quién dicen ustedes que soy yo? (Marcos 8: 28) para los discípulos y para nosotros no hay pregunta más importante a la que debamos dirigirnos en nuestra vida.

Hasta este punto en el texto de Marcos todo era sobre la identidad de Jesús. Sus milagros, sus enseñanzas, su llamada a los discípulos, sus conflictos, religiosos y seculares, y sobre todo, su persona. Todos ellos se combinaron para realzar el problema de la identidad de Jesús que Pedro declaró tan valientemente, “Tú eres el Cristo.” (Marcos 8: 29)

Jesús dio a entender que estaba en lo correcto. Luego él les dijo que no se lo dijeran a nadie. Él además profundizó su confusión cuando habló de su sufrimiento, rechazo y muerte. Esto llevo a Pedro a reprenderlo solamente para recibir una respuesta, que sin duda, aplastó el mundo de Pedro. “Apartate y ponte detrás de mi satanás, tus ambiciones no son las de Dios sino de los seres humanos.” (Marcos 8: 33)
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Vigesimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 7: 31-37

Estimados amigos,

Me gusta señalar que había miles de sordomudos en el tiempo de Jesús. Solamente unos pocos fueron sanados. Esto es porque Jesús no era un hacedor de milagros o un trabajador de maravillas. Todas sus sanaciones y señales fueron una invitación a una realidad más profunda. Todo eso fue una apertura hacia el mensaje principal de Jesús, que era el Reino de Dios. Todas las sanaciones de Jesús son una invitación a un nuevo mundo. Isaías habla de este nuevo dia en la primera lectura, “Aquí está su Dios, …Él viene para salvarlos. Entonces los ojos de los ciegos se abrirán, los oídos de los sordos oirán; los cojos saltarán como cabritos y la lengua de los mudos gritará de alegría.” (Isaías 35: 5)

Jesús no vino para ser hacedor de maravillas ni para eliminar a los doctores. Él estaba revelando la presencia amorosa de Dios como la base de la gracia de toda realidad. Él estaba llamándonos por medio de esas sanaciones especiales a tener conciencia de un nuevo día cuando todo fuera transformado, un dia de no más males, no más enfermedades, no más odio ni violencia, no más muerte.
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Vigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

MARCOS 7: 1-8, 14-15, 21-23


Estimados amigos,

Teresa de Ávila tiene una gran visión sobre el Evangelio de hoy. En su clásico sobre la vida espiritual, El Castillo Interior, ella señala que el progreso trae problemas. Eventualmente, nuestro egoismo va de forma clandestina para proteger su territorio. Superficialmente se disfraza de virtud. Esto lleva a la maldición de la autorectitud y la hipocresía. Esto es una tentación muy grave para todas las personas e instituciones religiosas. En la historia de la religión, las buenas prácticas y las religiones con frecuencia evolucionan en usos corruptos de la ley y la tradición para ganancia y comodidad personal.

En el tiempo de Jesús, la ley dada a Moisés había sido secuestrada por un pequeño grupo de líderes religiosos. Ellos la habían reducido a una fuente personal de poder, privilegio, control y división. Por medio de su interpretación de la ley, estos líderes se exaltaban a sí mismos social y economicamente. Ellos también habían dividido al pueblo en varios niveles de separación por medio de la aplicación de la ley. Había un prejuicio evidente contra los trabajadores, los pobres y especialmente por las mujeres. La tradición que Jesús confronta era un instrumento de degradación y división. Jesús vio el problema claramente. Toda práctica religiosa lo acerca a uno más a Dios o se vuelve un obstáculo a la llamada sagrada.
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Vigesimo primer Domingo del Tiempo Ordinario

Juan 6: 60-69


Estimados amigos,

Esta es la quinta selección del discurso del Pan de Vida. En estas últimas cinco semanas hemos pasado casi tanto tiempo como en la cuaresma. El centro de la lección es que Jesús es la revelación de Dios, un Dios salvador que nos llama a la vida eterna por medio de Jesús. “Es el Espíritu el que da vida; la carne es inutil. Las palabras que les he hablado son espíritu y vida.” (Juan 6: 63)

Las palabras finales de Jesús hoy son sobre la necesidad de la fe, una fe que abre al llamado del espíritu. Resaltando e impregnando esta revisión completa del Pan de Vida que es la encarnación. “El Verbo hecho carne que vino a vivir entre nosotros, y que vimos su gloria, la gloria como el Hijo único de Dios, lleno de gracia y de verdad.” (Juan 1: 14). Jesús regresará al Padre en el evento del autosacrificio de su muerte y resurrección. Para aceptar las maravillas de esta invitación al amor, necesitamos la fe para permitir que el Espíritu llene nuestros corazones. Tenemos ante nosotros la respuesta para el anhelo más profundo en nuestros corazones. Tenemos ante nosotros el Pan que va a satisfacer nuestra hambre más profunda. Tenemos ante nosotros la llamada hacia la libertad total y hacia la vida eterna. Necesitamos unirnos a la maravillosa declaración de Pedro. “Señor, ¿a quién iriamos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros creeemos y sabemos que Tú eres el Santo de Dios.” (Juan 6: 69)
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Vigésimo Domingo del Tiempo Ordinario

 

Juan 6: 51-58


Estimados amigos,
Este es el cuarto de los cinco domingos sobre el discurso del capítulo seis de Juan sobre el Pan de Vida. Hasta este punto, el mensaje ha sido Jesús como el Pan de Vida revelando el plan amoroso de la llamada del Padre. Hemos experimentado a Jesús como la sabiduría de Dios. Ahora hay un cambio sutil para incorporar a Jesús como el Pan de Vida en la Eucaristía.

Es de mucha ayuda tener en mente un fondo escénico de los ricos temas biblicos de la Pascua y del Éxodo conforme ponderamos las palabras de Jesús en el pasaje del Evangelio de hoy.

La primera cosa que debemos recordar es que Jesús no está hablando en lenguaje científico moderno, como decir de química, de biología o medicina. Él estaba hablando el lenguaje del corazón ya que está relacionado a la amplia tradición de la escritura del pueblo judío. Él estaba hablando sobre su humanidad como la presencia del mensaje de Dios. Ambas cosas, la Nueva Pascua de su muerte y la resurrección del Nuevo Maná de la Eucaristía son un mensaje que dividía a la multitud. Él se estaba presentando a sí mismo como el regalo de Dios que iba mucho más allá que el regalo de Dios del maná en el desierto. Él es ahora el pan que ofrece vida eterna. Él es el Nuevo Cordero Pascual que nos guiará a la entrega de todos los elementos de esclavitud. Él nos hará libres de todo lo que nos aleja del Dios amoroso con todo nuestro corazón.
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Décimo noveno Domingo del Tiempo Ordinario



Juan 6: 41-51

Queridos amigos,

El Evangelio de hoy continua el discurso sobre el Pan de Vida en el capítulo seis de Juan. El mensaje de Jesús enfatiza su identidad como el Pan de Vida conforme a la revelación de Dios. La próxima semana toda la atención estará en el segundo elemento de este discurso, la Eucaristía.

El Evangelio de Juan siempre nos invita a ir a un nivel más profundo. Una forma en que el autor nos dirige a las profundidades de lo espiritual es su mensaje sobre el mundo. El fija un contraste entre la Palabra de Dios y lo que es el mundo. Se nos ha dicho que debemos estar en el mundo pero no ser del mundo. Esto sucede cuando traemos el mensaje de Jesús como la fuerza de vida en el fluir ordinario de nuestras experiencias diarias. Nuestras relaciones y responsabilidades son siempre el punto inicial para encontrar a Dios en nuestra vida diaria. Estamos llamados a vivir de tal manera que la verdad de Cristo resplandezca desde adentro de nosotros. Somos testigos de un conjunto radicalmente diferente de valores que es la norma de nuestra sociedad. Nuestro testigo es una nueva luz en un mundo que está encerrado en la oscuridad. Desafía a otros a considerar el misterio de vida como es vista y entendida en la luz de la palabra de Dios, Jesús.
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Decimo Octavo Domingo del Tiempo Ordinario


Juan 6: 24-35

Queridos amigos,
Los amigos en el Evangelio de hoy estaban felices con la comida gratis de pescado y pan pero ellos tenían sus ojos en apuestas mucho más grandes. Ellos estaban esperando que Jesús sería la respuesta a los siglos de anhelos antiguos por un regreso de la gloria para Israel. Ellos tenían visiones de un nuevo dia de prosperidad y riquezas. Ellos tenían un hambre en sus corazones que iba más profundo que el hambre en sus estómagos. Ellos esperaban que Jesús fuera el que finalmente cumpliría las promesas que impregnaron los 2000 años de historia de la nación Judía.

Jesús, en cambio, le ofrece una alternativa muy diferente. Jesús era muy capaz de ver más allá de sus deseos de poder y gloria, riquezas y privilegios. Jesús sabía bien que había una gran diferencia entre lo que la multitud quería y lo que ellos realmente necesitaban.
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Decimoséptimo Domingo del Tiempo Ordinario

Juan 6: 1-15


Estimados amigos.

En los próximos seis domingos vamos a terminar las lecturas del Evangelio de San Marcos y seguiremos por seis semanas con el Evangelio de San Juan. Este capítulo representa a Jesús como el Pan de Vida.

El Evangelio de San Juan tiene diferente estilo del que tienen los otros tres Evangelios. Este siempre está representando historias y dando información que da apertura a diferentes niveles de entendimiento y de significado. En estos seis capítulos, Juan representa a Jesús de dos maneras, en sus enseñanzas y como la presencia Eucarística como el Pan de Vida.

En la historia de ahora, de la multiplicación de los panes y los pescados, una parte del mensaje de Juan es que representa a Jesús como la nueva Pascua. Juan tiene una serie de señales que ultimadamente presentan a Jesús como la nueva realidad de salvación sustituyendo los grandes eventos del Antiguo Testamento.
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Décimo Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

MARCOS 6: 30-34


Queridos amigos. Jesús tiene un plan para alejar un poco a los discípulos y poder descansar y orar. Él está a un lado de la gran reunión de gente. Marcos dice, “Su corazón estaba lleno de compasión por ellos.” (Marcos 6: 34)

Esta palabra griega que está aquí traducida (compasión/piedad) es usada otras dos veces en el Evangelio. En estos dos casos, es traducida como “compasión” significa sentimientos muy fuertes y profunda preocupación. El Buen Samaritano experimentó estos sentimientos cuando se volvió víctima en el camino. (Lucas 10: 33). El padre del hijo pródigo es descrito con los mismos sentimientos. “Mientras él estaba aun muy lejos, su padre lo divisó, y se llenó de compasión. (Lucas 15: 20)
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Decimo Quinto Domingo del Tiempo Ordinario

Marcos 6: 7-13


Estimados amigos. En el Evangelio de Marcos, el retrato de los discípulos es fascinante y desafiante. En principio, son individuos que responden con bastante generosidad. Dejan todo y siguen a Jesús. La selección de hoy del capítulo seis es el punto culminante de su respuesta positiva y Ministerio exitoso.

Para el resto del Evangelio de Marcos, se nos da una imagen bastante confusa y desconcertante de estos hombres. Marcos los presenta como personas que simplemente no entienden. Jesús está en dolores para invitarlos a la belleza y maravilla del Misterio.

Justo después del primer milagro de los panes y pescados, seguidos por Jesús caminando sobre el agua, Marcos dice "ellos no habían entendido el incidente de los panes. Por el contrario, sus corazones estaban endurecidos." (Marcos 6: 52).
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