EL BAUTISMO DEL SEÑOR

MARCOS 1: 7-11 

Estimados amigos, La Fiesta del Bautismo del Señor concluye con el tiempo de Navidad. Mientras que Marcos no escribió nada sobre la infancia de Jesús, se inclina mucho más sobre el tema “El verbo hecho carne” (Juan 1: 14)

Empezando con la escena del bautismo, Marcos es muy claro. Él no está interesado en darnos una historia detallada de la vida de Jesús. Su única preocupación es llamarnos a encontrar a Jesús como el Camino de Salvación. Él es quien nos librará de las fuerzas del mal. es un llamado al discipulado. El bautismo de Juan es el primer paso para conocer a Jesús como el mensajero de Dios. El bautismo que Juan realiza contiene el movimiento del “corazón duro” encerrado en el pecado, hacia el corazón libre, arrepentido y lleno de gracia. El bautismo de Juan estuvo enraizado en las palabras proféticas de Ezequiel:


“los rociaré con un agua pura y quedarán purificados; los purificaré de todas sus impurezas y de todos sus inmundos ídolos. Les daré un corazón nuevo y pondré dentro de ustedes un espíritu nuevo. Quitaré de su carne ese corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Pondré dentro de ustedes mi espíritu y haré que caminen según mis mandamientos, que observen mis leyes y que las pongan en práctica.” (Ezequiel 36: 25-27)
A diferencia de Mateo y Lucas, Marcos no tiene ninguna de las enseñanzas de Juan el Bautista. La única tarea de Juan según San Marcos es llevarnos a Jesús.

Marcos muestra a Jesús compartiendo solidaridad con la gente abrumada que busca el arrepentimiento. Él también muestra a Jesús recibiendo la aceptación de Padre. “Tú eres mi Hijo amado, mi elegido” (Marcos 1: 11) esta es la primera de una serie de eventos en Marcos donde la descripción de Jesús cambia ida y vuelta entre lo humano y lo divino. Aquí tenemos a Jesús compartiendo la búsqueda de la humanidad pecaminosa para liberarla del pecado en el bautismo de Juan. Junto con eso tenemos que el cielo se abre con las palabras de aceptación para el Hijo amado. Esto es lo que resalta del tiempo de Navidad: Dios volviéndose como nosotros en todo menos en el pecado.

Un punto verdaderamente interesante en lo que relata Marcos sobre la voz del cielo es que solamente Jesús oye la proclamación. Este es el inicio del “Secreto Mesiánico” de Marcos. A lo largo de todo el texto, Jesús trabaja con gran diligencia para esconder su papel como el Mesías. Después de muchos milagros y otros despliegues de poder, Él repetidamente dice, “No le digan a nadie sobre esto”

El punto de este mensaje aparentemente confuso es básicamente sencillo. Jesús es un Mesías alejado de la expectativa popular de poder, riqueza y privilegio. Es solo en la pronunciada pobreza y rechazo en la cruz que tenemos la completa y abierta revelación de la identidad de Jesús como el Mesías. Es proclamado en las palabras del centurión romano: “Verdaderamente, este hombre era el Hijo de Dios” (Marcos 15: 39)

La descripción que Marcos hace de Jesús, empezando con la historia del bautismo, es una invitación para nosotros a aceptar a Jesús tal como es, en acción y en palabra. Él es la sabiduría y el poder de Dios como el sirviente que sufre. Estamos llamados a entrar en este misterio del amado Hijo de Dios cuya revelación completa viene solamente en la muerte y resurrección.

Continuamente enfrentamos la tentación de hacer que Jesús se ajuste a nuestras limitadas expectativas. El Evangelio de Marcos será nuestra guía este año para ser honestos y fieles. Justo aquí en la apertura de año, Marcos nos dirige hacia el verdadero Jesús que será el que nos libere.
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