Porque unos pocos ¡ACEPTAN! El Evangelio

Merton hace la pregunta de por qué las Buenas Nuevas del Evangelio son tan fácilmente distorsionadas o rechazadas por la mayoría de gente.

“El tiempo llega de lleno, el Reino de Dios está a la mano: “ARREPIÉNTANSE Y CREAN EN LA BUENA NUEVA.”

“La tentación más grande que asalta a los cristianos es que en efecto para la mayoría de nosotros, el Evangelio ha dejado de ser buena nueva. Y si no es buena nueva no es Evangelio, ya que el Evangelio es la proclamación de algo absolutamente nuevo, eternamente nuev, no un mensaje que fue nuevo una vez y que ahora tiene más de dos mil años de existencia. Y aun así para muchos de nosotros el Evangelio es precisamente el anuncio de algo que no es nuevo: Las verdades del Evangelio son viejas, enraizadas muy profundo, establecidas firmemente, que no cambian y en algun sentido son un refugio contra todo lo que molesta porque es nuevo. El mensaje del Evangelio cuando fue predicado en el principio fue profundamente molesto para aquellos que querían enganchar unos patrones religiosos bien establecidos, las formas antiguas y aceptadas, las formas que no eran peligrosas y las cuales no contenían sorpresas.”

“El arrepentimiento es al mismo tiempo una renovación completa, un descubrimiento, una nueva vida, y un retorno a lo antiguo, a eso que está antes que cualquier otra cosa que es antigua. Pero lo antiguo y lo nuevo se encuentran en la metanoia, el cambio interior, que es complementado al escuchar la palabra de Dios y guardarla. Eso que es lo más antiguo pero al mismo tiempo lo más nuevo porque es el comienzo. … El Evangelio es pasado de generación en generación pero debe alcanzar a cada uno de los nuevos o a ninguno, si es meramente “tradición” y no noticia no ha sido predicado o no ha sido escuchado. No es el Evangelio.”


“Cualquier palabra que viene de Dios es noticia”!

“Pero nuestra idea de noticias, la idea de noticias de los periodicos, puede llevarnos a creer que cualquier palabra excepto la que vino de Dios era noticia. Como si lo que fue dicho por Dios tenía que ser tan fijo, tan determinado, tan rígido en su forma de fijarse que nunca podría ser nada nuevo, nunca impredecible, nunca asombroso, nunca intimidante. Si no hay riesgo en la revelación, si no hay temor en ello, si no hay desafío en ello, si no es una palabra que crea nuevos mundos enteros, y nuevos seres, si no llama a la existencia a nuevas criaturas, nuestro nuevo yo, entonces la religión está muerta y Dios está muerto. Aquellos para quienes el Evangelio es antiguo, y solamente antiguo, lo han matado para el resto de los hombres. La vida del Evangelio es su novedad.”

“Aquellos que predican el Evangelio como si no fuera y como si no pudiera ser buena nueva, como si nunca pudiera ser buena nueva otra vez, lo están diciendo en su propia forma, y mucho más terriblemente que Nietzsche, que “Dios está muerto.” Ellos están declarandolo oficialmente, ellos están proclamandolo no solo como una paradoja de un excéntrico, sino como la doctrina de su iglesia.”

¿Qué hace las noticias del Evangelio? La fe, que es creada por Dios en nosotros y con la cual nosotros lo oimos como buena nueva. Esta aceptación de fe, este nuevo nacimiento en el Espíritu, abre una nueva dimensión en la cual el tiempo y la eternidad se encuentran, en el cual todas las cosas se han hecho nuevas: la eternidad, el tiempo de nosotros mismos, el mundo que nos rodea.”

Mis comentarios:

I

Estas palabras de Thomas Merton de hace casi cincuenta años son tan frescas como los últimos rumores de facebook. Ellas desafían nuestra fe hasta el centro de nuestro ser.

Cuantos padres conocemos que tienen roto el corazón y están confundidos porque sus hijos han dejado la iglesia, con frecuencia a la primera oportunidad. Este es el caso más frecuente, en lugar del esfuerzo de los padres, con mucho sacrificio y generosidad, para transmitir la fe. No es solamente la gente joven, otros de todas las edades están dejando la iglesia en grandes números. En El Salvador, solamente el 44% de la población declara ser católica. Ese es un cambio radical comparado a las décadas anteriores. En los Estados Unidos, el segundo grupo más grande después de los católicos consiste en aquellos que han dajado la iglesia católica.

Otra gran pregunta detrás de estas observaciones es ¿cuántos han dejado la iglesia que fundó Jesús? De igual manera, ¿Cuántos de los que aun son católicos tienen una relación realmente significativa con Jesús?

Esto me recuerda al gran misterio que desafió a Pablo en el Nuevo Testamento. ¿Por qué la mayoría de Judíos no aceptó a Jesús? Pablo tiene mucho que decir sobre esto, pero aun es un gran misterio. De igual manera, la observación de Merton sobre la novedad del Evangelio nos invita a entrar en un misterio profundo.

II

El primer documento del Papa Francisco, La Alegría del Evangelio, casi parece que él ha leído las palabras de Merton y está respondiendo a la declaración profética. Creo que es relevante citar el pasaje de apertura de Francisco:

  • 1 “La Alegría del Evangelio llena los corazones y las vidas de todos los que encuentran a Jesús. Esos que aceptan su ofrecimiento de salvación son liberados del pecado, del dolor, del vacío interior y de la soledad. Con Cristo la alegría nace de nuevo constantemente. En esta exhortación deseo animar la fidelidad cristiana para embarcarse en un nuevo capítulo de evangelización marcada por su alegría, mientras marca nuevos senderos para la jornada a la iglesia en los años venideros.”
Una Alegría Siempre Nueva, Una Alegría que es Compartida

  • 2 “El gran peligro en el mundo de hoy, impregnado como está por el consumismo, es la desolación y la angustia nacidas del complaciente y codicioso corazón, la ferviente persecución de placeres frívolos y una conciencia embotada. En el momento que sea que nuestra vida interior queda atrapada en sus propios intereses y preocupaciones, ya no hay cabida para otros, no hay lugar para los pobres. La voz de Dios no se escucha más, la tranquila alegría de su amor no se siente más y el deseo por hacer el bien se desvanece. Este es un peligro muy real para los creyentes tambien. Muchos caen presa de ello, y terminan resentidos, enojados y apáticos. No hay manera de vivir una vida plena y digna; no es la voluntad de Dios para nosotros, ni es la vida en el Espíritu que tiene su fuente en el corazón del Cristo resucitado.
  • 3  “Yo invito a todos los cristianos, de todos los lugares, en este preciso momento, a renovar su encuentro personal con Jesucristo, o por lo menos a una apertura que le permita a Él encontrarlos; yo le pido a todos ustedes que hagan esto infaliblemente todos los días. Nadie debería decir que esta invitación no es para ella o él, ya que nadie está excluído de la alegría traída por el Señor no decepciona a aquellos que toman este riesgo; en el momento que sea que damos un paso hacia Jesús, nos damos cuenta que Él ya está ahí, esperándonos con los brazos abiertos. Ahora es el momento de decirle a Jesús: “Señor, he permitido ser engañado de mil maneras, he rehuído a tu amor, aun así aquí estoy una vez más en tu abrazo redentor… con una ternura que nunca decepciona sino que es siempre capaz de restaurar nuestra alegría, Él hace lo posible para que levantemos nuestras cabezas y para empezar una nueva vida.”

En su Exhortación en los números 11 al 13 el Papa Francisco se alarga para señalar la “Eterna Novedad” del Evangelio. El centro de la proclamación siempre será el mismo y siempre nuevo: Dios ha revelado su amor en Jesús crucificado y Jesús resucitado.

Él dice que cuando volvemos a la fuente siempre encontraremos una novedad y libertad en el Evangelio. Nuevos caminos se abren y la creatividad innovativa hace posible una proclamación de la Buena Nueva que es siempre fresca y original con relevancia en el mundo de hoy.

El Papa enlista tres grupos que son el blanco que necesita el nuevo mensaje de la Buena Nueva.

El primer grupo es la comunidad de fe entera que está involucrada en su compromiso religioso de diferentes grados. El segundo grupo incluye a aquellos que han sido bautizados pero que nunca estuvieron verdaderamente comprometidos con la fe. Ellos necesitan un encuentro más inmediato con Jesús y su mensaje de alegría y amor. El tercer grupo son todos aquellos que no han oído la Buena Nueva. Ellos necesitan ser invitados a su primer encuentro con Jesús.

Francisco sigue desarrollando una rica visión y una guia de un amplio programa pastoral en esta declaración abierta de su pontificado. Todo se centra alrededor de la alegría del Evangelio siempre nuevo y siempre llamándonos a un encuentro más profundo con el amor incondicional de Dios en Jesús.

Es interesante notar que Francisco ofrece una extensa sección sobre predicación. Él resalta su importancia junto con la necesidad de calidad de un buen prólogo como prioridad mayor en nuestros tiempos.

Hace cerca de 15 años, empecé a organizar mis homilias sobre un tema repetitivo del amor incondicional e ilimitado de Dios revelado en Jesús. Traigo muchos puntos más de las escrituras del día y de la situación histórica. Al final, el mensaje es sobre Jesús llamándonos en misericordia y amor. Luego al final de mi homilía con una preparación adecuada, le pregunto a la congregación si ellos quieren caminar con Jesucristo.

Después de algunos pinchones eventualmente obtengo un generoso y expresivo “¡Si Señor!” al tiempo que levantan uno de sus brazos. Es bien recibido.

Este es mi pequeño esfuerzo para mantener fresco el encuentro con Jesús en el centro de nuestra jornada de fe.


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