QUINTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Marcos 1:29-39

Queridos amigos, La actividad aparentemente sin aliento de Jesús tiene lugar en el marco de un día ordinario. La serie de enseñanzas, exorcismos y milagros fueron, de hecho, una declaración de la venida del tan esperado reino de Dios. La gente en ese tiempo veía los exorcismos y curaciones como un ataque abierto contra el poder reinante de los demonios.

Aquí hay algunos puntos importantes que serán útiles para entender estas acciones iniciales de Jesús:

  • Las enseñanzas, los exorcismos y las curaciones señalaban claramente la venida del reino.
  • Esta nueva realidad exige que las personas reconozcan la necesidad de un cambio personal. Las actitudes personales y los valores falsos son a menudo un obstáculo para la venida del reino.
  • Jesús tiene la clave para vencer el reino del mal en el dominio de larga data de los poderes demoníacos.
  • Al principio, está claro que la comprensión de Jeus por parte de los discípulos es bastante deficiente. La pregunta de qué clase de Mesías iba a ser Jesús es una pregunta crítica en todos los Evangelios, especialmente en Marcos.
Hay un aspecto del Evangelio de hoy que me molestó durante mucho tiempo. El versículo dice: "Entonces la fiebre la abandonó y los atendió". (Mc 1:31)

No me sentí muy bien con el hecho de que la suegra se levantara de la cama de la enferma para atenderlos. Me pareció un poco demasiado. Pensé que debían esperarla.

Como suele ser el caso, un estudio más profundo de las Escrituras abre nuevas y poderosas perspectivas. En este caso, el servicio de la suegra está relacionado con un tema central de la enseñanza de Jesús en Marcos. La palabra usada para describir la acción de la suegra de Pedro se usa en puntos críticos más adelante para describir a un verdadero discípulo. La suegra, como nueva discípula, debe responder a la llamada del reino en el servicio.

Jesús usa la misma palabra para describir a un verdadero discípulo cuando Juan y Santiago le piden sentarse a su derecha y a su izquierda. Dice: "porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por muchos." (Mc 10:45)

La próxima vez que la palabra utilizada para describir la acción de la suegra es en el momento de la pasión. Al retratar a las mujeres fieles que no huyeron, sino que permanecieron cerca de la Cruz, Marcos dice lo siguiente sobre ellas: "Estas mujeres lo habían seguido cuando estaba en Galilea y le servían". (Mc 15:41)

En estos tres casos, entre varios ejemplos, de la descripción del servicio, tenemos una imagen clara de lo que Jesús quiere de sus discípulos: una vida de servicio para los hermanos y hermanas.

Desde el principio hasta las etapas finales del Evangelio de Marcos, los discípulos luchan por entender las enseñanzas de Jesús. En el Jardín, huyen. Su fracaso se cristaliza en las tres negaciones de Pedro.

El Evangelio de Marcos nos da una imagen poderosa de la humanidad quebrantada de los doce discípulos. Su visión estaba arraigada en su anhelo de privilegio y poder, no de servicio. Luchan poderosa y dolorosamente antes de comprender la contradicción entre su comprensión equivocada del Mesías y la realidad clara y exigente del Cristo sufriente.

Marcos los usa para darnos una imagen de nosotros mismos. No es tarea fácil aceptar la enseñanza de Jesús acerca de la cruz. "Llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo: 'El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará". (Mc 8,34-35) La suegra de Pedro lo entendió. Esperemos que, al igual que Pedro y los discípulos, nosotros también captemos el mensaje con el tiempo.
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