EL CASTILLO INTERIOR: UNA VISIÓN GENERAL


Esta es una breve descripción del clásico de Teresa de Ávila, El Castillo Interior. La primera y más obvia pregunta cuando nos acercamos a este clásico espiritual es, ¿Por qué preocuparnos con un libro que fue escrito para un pequeño número de monjas enclaustradas hace más de cuatrocientos años? La razón es que el texto es un clásico espiritual. Fue un factor importante en Teresa, junto con Santa Catalina de Siena, siendo nombradas las primeras Doctoras de la Iglesia. Como tal, le habla al corazón humano en una forma profunda y significativa más allá de los límites de la cultura y la historia. Ha sido traducido a docenas de idiomas.

En el libro, Teresa usa la imagen de un castillo para dirigir la relación entre Dios y los seres humanos. El Castillo es un símbolo del ser humano. Teresa entiende bien que cada corazón humano tiene hambre de felicidad. El viaje es hacia el centro donde reside Dios. Es aquí donde se encontrará la verdadera felicidad. El corazón se dará cuenta de su verdadera y duradera plenitud solamente en Dios.

Cuando leemos el texto de Teresa, somos invitados a ir más allá del pensamiento, de la visión intelectual y la reflexión. Somos sumergidos en una experiencia única de Dios. Ella retrata claramente su vida como una historia de la misericordia de Dios. Teresa muestra como la experiencia de Dios está enraizada en una lucha continua que involucra una serie de conversiones que están siempre alejándose del egoísmo y control. Teresa surgió del encuentro profundo con Dios reconociendo sus dones y dirigiendo su quebrantamiento. Al final, crecer en autoconocimiento la sacó de su independencia. Ella vio la suma importancia de la misericordia de Dios y su necesidad de abrazarla.

El Castillo Interior es un análisis perspicaz y organizado de su experiencia. Ella describe la experiencia en las siete etapas o moradas, que llevan hacia el centro. Esta descripción se vuelve un manual para nuestra propia peregrinación a Dios. Ella dice que el alma es como un castillo “hecho completamente en un diamante o de un cristal muy claro, en el que hay muchos cuartos, así como en el cielo hay muchas moradas.” (C. I. 1.1) la vida espiritual del individuo en el castillo es compleja. Involucra los talentos, compromiso e individualidad de la persona conforme se van manifestando en las diferentes profundidades espirituales.

Aquí hay algunas de las parte a destacar que necesitamos para estar conscientes conforme nos acercamos a nuestro compromiso con El Castillo Interior.
  • La oración, al principio vacilante y esporádica pero en incesante crecimiento en madurez, es nuestro punto de entrada al Castillo.
  • Las primeras tres moradas son sobre nuestros inicios. Ellas enfatizan nuestro esfuerzo en la oración. Las otras cuatro moradas son sobre la iniciativa de Dios y la actividad especial en nuestra oración. Esta es la contemplación.
  • Teresa siempre tiene sus ojos fijos en Jesús. Él es el modelo. Él es nuestra compañía en todo momento.
  • Teresa parece tener prisa por pasas las primeras tres moradas. Ella reconoce que su regalo especial es explicar las experiencias místicas en las últimas cuatro moradas. Esta es una de sus grandes contribuciones para la espiritualidad cristiana.
  • La meta es la unión con Dios. Esto tendrá lugar en esta vida por medio de la purificación y la transformación en el viaje de uno hacia el centro, donde Dios reside. Si fallamos en eso, pasaremos por el purgatorio después que esta vida haya terminado. De cualquier manera, terminamos unidos con Dios. Sin embargo, el método y el tiempo son nuestra elección.
  • El viaje hacia el centro, donde Dios espera, se despliega en nuestra siempre profunda conciencia y aceptación del amor y misericordia de Dios.
  • El camino hacia adelante en la experiencia de Dios es un proceso de dejar ir nuestro egoísmo. En ese proceso hay una exposición incesante de la profundidad y amplitud de nuestro ensimismamiento. Teresa es clara que solamente Dios puede exponer y transformar los niveles más profundos del amor propio.
  • Uno entra al Castillo al echar a un lado la ceguera espiritual y la parálisis que caracteriza la vida en aislamiento de Dios. Luego uno puede empezar el largo pasaje hacia el centro y la unión con Dios. Cada paso del camino es todo sobre el amor.
  • Ella presenta una visión para nuestro viaje hacia el centro pero muy poco se ha dicho sobre los métodos de oración enfatizando el único y constante llamado para estar abiertos al Espíritu durante el viaje.
  • Al final, todo es sobre el amor y servicio para nuestras hermanas y hermanos a los cuales abrazamos al participar en la venida del Reino de Dios de justicia y paz y la integridad de la creación.
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