SEMANA SANTA 2022

Cuando yo era un chico, muy poco significado tenía la Pascua para nosotros. La parte buena era la Cuaresma. El momento esperado era el mediodía del Sábado Santo cuando podíamos comer dulces y todo lo que nos había sido prohibido durante toda la semana. Esto era una gran distorsión del mensaje de la iglesia.

Hoy, tenemos otra distorsión de la Pascua. El gran día es el Viernes Santo. Para muchos, sino para la mayoría, la pascua es idea tardía en muchas de nuestras prácticas religiosas populares. El punto que necesitamos entender es que somos un PUEBLO DE PASCUA.

La enseñanza de la iglesia es muy clara. La muerte y resurrección son un evento. Tomamos trece semanas para celebrar, en la forma más bella y solemne, la realidad central de nuestra fe, el Misterio Pascual. Este evento único incluye la Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión de Jesucristo. Este mismo evento es celebrado y experimentado en cada misa.

Tomamos una buena parte del año litúrgico para recordar esta historia. Sin embargo, es muchísimo más que una lección de historia.

En las trece semanas, empezando con el Miércoles de Ceniza hasta Pentecostés tenemos tres partes del año litúrgico. El propósito principal de la oración y penitencia de la Cuaresma es prepararnos para estar espiritualmente listos y celebrar los tres días santos del Triduo, Jueves Santo a Domingo de Resurrección. Las siete semanas del tiempo de Pascua son un tiempo de oración y reflexión sobre la realidad central de nuestra fe, el Misterio Pascual, Cristo crucificado y resucitado.

Aquí está la línea final de todo este material. La iglesia entiende el Triduo, y la liturgia en general de esta manera: no es una re actuación, no es simplemente contar la historia, no importa qué tan solemne sea. Nosotros no repetimos la historia. Esto es lo que enseña la iglesia: nosotros celebramos el Misterio y en la celebración estamos presentes en el misterio, el único y singular e histórico evento. El poder del Espíritu en la iglesia nos hace presentes en el evento de la salvación, el Misterio Pascual.

La celebración es el poder y la presencia de la gracia salvadora de Dios viniendo a nuestras vidas aquí y ahora. Este evento de salvación no se divide en partes. Es el Misterio de la acción salvadora de Dios en Jesucristo. Estamos entrando en la realidad más profunda de nuestra vida actual. Estamos experimentando aquí y ahora en nuestra adoración la presencia de la llamada a la vida del amor salvador. Cuando recibimos la comunión el ministro no dice esto es un recuerdo del Cuerpo de Cristo. Las palabras declaran la realidad. Este es el Cuerpo de Cristo.

De manera que esta semana tenemos el más especial de todos los eventos sagrados en nuestra liturgia. Este es el tiempo más santo para celebrar, y en la celebración no solamente recordar sino estar presentes en la muerte y resurrección de Jesucristo. Esto es lo que hace la liturgia: nos trae a la presencia del Misterio Pascual que celebramos. No lo repetimos. Entramos en él. Es por eso que somos un Pueblo de Pascua.
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