La Festividad de la Sagrada Familia

LUCAS 2: 22-40

 Queridos amigos, “La Noche de Paz” antes de Navidad es muy diferente de la que va después de
Navidad. Como sociedad estamos conectados por el alza emocional de Navidad. Me gusta pensar que hay dos “noches de paz”. Una es la versión comercial. Esto es un punto central a lo que es la mezcla de la navidad y el mayor evento comercial, nuestro profundo compromiso cultural y una buena dosis de reflexión espiritual. Esta “Noche de Paz” termina exactamente al medio dia del 25 de diciembre. La segunda “Noche de Paz” está disponible cualquier dia del año si nosotros tenemos la voluntad de entrar profundamente en la historia del Evangelio libre de toda la carga comercial y cultural.

Para el dia 26, tenemos todo limpio y recogido y hemos intercambiado los regalos en tamaños correctos. El gran evento consumidor llega a su final con la venta de post-temporada navideña. Esto está totalmente desconectado de la experiencia de María y José. La “Noche de Paz” de ellos fue una experiencia atemorizante de pobreza e inseguridad. Ellos lo manejaron bien a causa de su apoyo mutuo, amor y confianza basados en una fe profunda.


En el Evangelio de Lucas, que es mucho más gentil que la historia de la Natividad de Mateo, tenemos los siguientes elementos. María y José están en el camino en los días finales del embarazo. Todo es diferente. José tiene que preocuparse por las necesidades básicas: comida, agua, seguridad física y alojamiento. Luego hay que agregar a todas estas necesidades inmediatas pero cruciales el contundente hecho del inminente nacimiento del bebé.

La música de los ángeles y el mensaje de los pastores fueron, sin duda, de mucho consuelo pero ellos no traían pañales o pachas, o ropa para el niño. Las inseguridades de la pobreza todavía estaban ahí cuando todo mundo se retiró.

“Porque no había lugar para ellos en la posada” (Lucas 2: 7) puede sonar cálido y confuso cuando se está envuelto en el mensaje navideño del centro comercial “Macy” y su música pero la realidad era más bien severa. Verdaderamente fue una situación cruel y desafiante para María y José. Ellos estaban totalmente desarraigados en el momento más crítico del nacimiento y los días peligrosos que le siguieron.

Las escenas del Templo en el Evangelio de hoy, muestran un cuadro de una familia joven que ha sobrevivido la crisis. Los nuevos padres están volviendo a Dios en adoración y gratitud. Aquí nuevamente, la cruel realidad de su pobreza se abre al gozo del reconocimiento. Simeón y Ana representan un mundo que anhela un Salvador. Después de tantos siglos de esperanza en medio del quebrantamiento humano y el pecado, los ancianos ven la amorosa respuesta de Dios en el niño.

María oye el mensaje de doble filo “Este niño traerá a la gente de Israel caída o resurrección. Será una señal de contradicción, mientras a ti misma una espada te atravesará el alma - saldrán a la luz los pensamientos íntimos de los hombres.” (Lucas 2: 34)

Cuando todo estaba hecho, a pesar de la desolación de la pobreza, José y María retornaron a Nazaret y a un sentido de normalidad. “El Niño crecía y se desarrollaba lleno de sabiduría y la gracia de Dios permanecía con Él.” (Lucas 2: 40)

Me gustaría tocar dos puntos para las familias de hoy. Primero, María y José lucharon claramente para obtener lo que ellos necesitaban para sobrevivir. Esto fue posible a causa de su apoyo mutuo. Este es el centro de la historia. La relación de José y María se sostuvo el viaje entero. Su conciencia práctica y amor mutuo fue la fuente de su seguridad. Esto trascendió todas las cosas materiales. El amor encontró un camino. Las pocas posesiones que ellos tenían les ayudaron a soportar antes que a bloquear su amor.

La mayoría de familias de hoy se pierden en lo que quieren, las cosas que realmente no necesitan. Con mucha frecuencia, asumimos que la seguridad está garantizada al tener más cosas. Un gran ejemplo que las familias enfrentan hoy es el dominio del mundo digital. ¿Es que los teléfonos, el internet o ambos y las últimas maravillas de hoy y de mañana realmente contribuyen al bienestar y amor de la familia? En la búsqueda por más cosas y seguridad, ¿dónde es que el amor empieza a tomar un segundo plano? En la aparente búsqueda interminable de más de lo que sea que supuestamente nos hará más felices, es muy fácil perder el enfoque. María y José nos muestran que el amor prospera en la sencillez. El estilo de vida de la familia puede mejorar el amor o puede ser una distorsión radical de lo que la familia es en verdad. Al final, la vida en familia es todo sobre el amor, presencia y sacrificio de unos por los otros. Necesitamos medir nuestro estilo de vida sobre este criterio.

Segundo, a María le dijeron que una espada atravesaría su corazón. Esto es obvio en la historia del Evangelio conforme despliega el camino que lleva al pie de la cruz. La misma experiencia, en algún grado, espera a cualquier padre amoroso. Es la naturaleza de la familia que el amor demanda, hay que dejar ir para dar paso a la vida. Este es el caso de del vientre a la tumba. Ser verdaderamente un padre amoroso es un proceso lento de la historia del Evangelio de la semilla que muere para dar vida. Desde el primer pañal hasta el último grado en la escuela y más allá, el viaje entero es la espada para cada padre. Ellos necesitan dejar ir para dar vida.

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