¿Por qué el autoconocimiento es tan importante en la oración?


Dios reside en el centro más profundo de cada ser humano. La oración es el viaje hacia ese centro. Thomas Merton define la oración como “un anhelo de crecer en la conciencia de la presencia de Dios, un entendimiento personal de la palabra de Dios, conocer la voluntad de Dios y la capacidad de oir y obedecer.”

Esta definición de oración resalta el encuentro con la palabra de Dios y su voluntad y nuestra respuesta para abrazarlas en nuestra vida. Esta oración es una invitación para usar la palabra de Dios y su voluntad para reenfocar nuestras vidas. La luz de las escrituras con frecuencia abre nuevos horizontes en nuestra conciencia normal. Esto lleva a un autoconocimiento más profundo.

Es el trabajo de toda una vida moverse de la irrealidad que nos coloca en el centro a la realidad de Dios en el centro de nuestro ser. Esta es la consecuencia de una auténtica vida espiritual. El autoconocimiento es crucial para este desarrollo.

Dar tal importancia al autoconocimiento puede parecerles extraño. Para hacer esto más compresible, me gustaría invitarlos a echar un vistazo a su vida regular de hoy con la vida que llevaban hace quince años. Si ustedes han trabajado en llevar su vida de fe mínimamente, estoy seguro que podrán ver muchos cambios. El autoconocimiento fue una parte importante de ese proceso de madurez. Más paciencia, más tolerancia, y más reconciliación están todas entretejidas en una progresión más larga del conocimiento de nosotros mismos con un claro crecimiento. Esta visión interna lleva a expandir nuestra conciencia de nuestra dependencia de Dios.

En nuestro tiempo, el autoconocimiento psicológico es una mayor industria que contribuye a nuestro bienestar. De igual manera, los Alcohólicos Anónimos y otros doce programas de paso a paso y sus afiliados están enraizados en el autoconocimiento. Estas dos iniciativas son parte de nuestro viaje espiritual.

La mayor parte del Evangelio manda que fluya de esta práctica de reenfocarse para poner a Dios en el centro:

“Si alguien quiere ser el primero, debe ponerse al final de todos y servirle a todos.” (Marcos: 35-36); “Cualquiera que salve su vida la perderá, y cualquiera que la pierda por mi causa, la salvará.” (Mateo 10:39); “Cualquiera que quiera venir en pos de mi debe negarse a si mismo, tome su cruz y que me siga.” (Mateo 16:24); y “A menos que un grano de trigo caiga en el suelo, y muera, permanece como grano de trigo, pero si muere, produce mucha fruta.”(Juan 12:24)

El viaje al autoconocimiento con frecuencia describe el movimiento de un falso yo, al verdadero yo. Es una nueva forma de vernos a nosotros mismos, a los demás y al mundo. Es una transformación de conciencia.

El falso yo está arraigado en nuestro exagerado sentido de auto importancia, nuestras ilusiones de grandeza, la ceguera de nuestras adicciones y más que todo la irrealidad de nuestros ídolos. Nuestro corazón crea muchos falsos centros en nuestras fijaciones, el uso distorsionado de las criaturas de Dios. Los corazones se vuelven fragmentados y defectuosos.

Tenemos la tendencia de volvernos ciegos por nuestras faltas y errores. Nos enfatizamos en las equivocaciones de otros. La auto justicia brota al frente y al centro. Cuando nos volvemos concientes de la auto absorción de los falsos valores que fluyen de nuestros corazones fragmentados nos volvemos una bifurcación en el camino.

Tenemos una elección de vida o muerte. Elegimos la muerte cuando nos doblamos ante el clamor del falso yo. Elegimos la vida cuando nos abrimos a la misericordia de Dios la cual se sumerge en el verdadero yo. Como el corazón de este encuentro es el desafío perenne de conocernos a nosotros mismos.

Aún las cosas más sencillas en la vida, con frecuencia son mal guiadas por el falso yo. Teniendo la clase de ropas correctas, una casa bonita, el estilo de vida de nuestro propio estado y una buena reputación, son todas potencialmente elecciones inocentes. El falso yo tiene el campo de todo el día para reenfocar estas relaciones, para contribuir a esta visión engañosa de auto importancia.

Todas estas desviaciones trabajan juntas para debilitar, y aun, esconder el anhelo del verdadero yo para moverse al centro en una vida más auténtica. Este bloqueo es especialmente poderoso cuando las distorsiones fluyen de una adicción que está enraizada no solamente en el sistema psicológico de una persona sino que tambien en el sistema nervioso del cuerpo. Este es el caso con el abuso del alcohol, drogas, sexo, apuestas, etc. Para nombrar algunas.

Aquí otra vez, el autoconocimiento, una conciencia de lo que pasa dentro de nosotros, es crítico, en la conversión necesaria que viene cuando oímos y obedecemos la palabra y la voluntad de Dios en oración.


Teresa de Ávila fue implacable al declarar la importancia del autoconocimiento para el viaje espiritual, el viaje hacia Dios en el centro de nuestro ser.


  • “Bien, ahora es tonto pensar que entraremos al cielo sin entrar en nosotros mismos, reflejando en nuestra miseria y que poseemos a Dios y que le rogamos a Él por misericordia.” (Castillo Interior II, 1,11)
 
Para Teresa la oración era la respuesta a casi todos los problemas. Sin embargo, ella tenía una noción expansiva de la oración. Tenía lugar en el contexto de la relación entre Dios y el centro, nuestra persona y nuestra experiencia de vida. En la interacción de estos elementos en la oración, el autoconocimiento tiene un rol esencial. El misterio de Dios se desarrolla en la dinámica de la oración de las personas y su experiencia de vida. El autoentendimiento viene junto con este proceso. El movimiento de aceptar la realidad del lugar de Dios y de nuestro lugar trae la misericordia de Dios al frente y al centro. Conforme ella creció en autoconocimiento, ella creció


fuerte y estable en su convicción. “Mi vida es la historia de la misericordia de Dios.”

Conforme crecemos en autoconocimiento celebraremos nuestras vidas como si estuviesen inmersas en el mar de la misericordia de Dios. Nuestras vidas, tambien, son la historia de la misericordia de Dios. El autoconocimiento gradualmente nos traerá al abrazo de este maravilloso regalo.  
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