INTRODUCCIÓN
PRAYING ALONE TOGETHER / ORANDO SOLOS JUNTOS, Espera entrar en las riquezas de la espiritualidad y tradición Carmelita. Estos tesoros se han venido desarrollando por ochocientos años en la tradición de la Orden Carmelita. Este blog dará especial realce a Santa Teresa de Ávila como maestra de la oración.
Cualquiera que viene a este blog está buscando algo. De una forma u otra, ellos quieren ser felices. Ellos han llegado a la conclusión que el anhelo en sus corazones está de alguna manera relacionada con Dios. Si ellos no están buscando a Dios, aún en la más remota manera, el internet ofrece una interminable gama de otras opciones.
ORANDO SOLOS JUNTOS espera dirigir a la gente hacia Dios al responder dos de las preguntas más fundamentales que enfrenta la experiencia humana universal, buscando la felicidad. Las preguntas son: ¿Hacia dónde vamos? Y ¿Cómo llegamos ahí?
Si tomas un momento para pensarlo, casi todos los días de nuestra vida están dirigidos por una búsqueda de una respuesta a estas preguntas. Con mucha frecuencia, nuestra búsqueda es absolutamente fútil. Demasiado a menudo, pensamos que no estamos en el camino solamente para darnos cuenta que nuestro GPS no es confiable. Muy de vez en cuando encontramos el amor. Entonces sabemos que algo nos está guiando en la dirección correcta.
La espiritualidad Carmelita empieza con una conciencia de que Dios nos ama primero y nos ama tal como somos. Los Evangelios están llenos de historias que revelan esta verdad. Las historias de las mujeres son especialmente ejemplos claros: la mujer samaritana, María Magdalena, la mujer con hemorragia y la mujer sorprendida en adulterio.
El amor de Dios es un amor dirigido que siempre viene tras nosotros. Todos tenemos momentos de reconocimiento de esta actividad divina. Algunas veces, parece como si Dios está jugando a las sorpresas con nosotros. Cuando esto sucede, sabemos en lo profundo de nuestro corazón que hay más de la vida de lo que nosotros normalmente experimentamos.
En este amargamente quebrantado mundo, es difícil creer que Dios está siempre persiguiéndonos con una ferocidad divina pero que es verdad. Nuestra mente y nuestro corazón están preocupados con falsos valores y actividades que sólo en ocasiones tenemos este encuentro con lo divino. Nosotros estamos constantemente creando barreras para la iniciativa divina.
Aquí está un resumen rápido de la Biblia. Dios es amor. Jesús nos dice lo que es el amor. Necesitamos volver a Jesús por la respuesta verdadera a las grandes preguntas de a dónde vamos y cómo llegaremos ahí porque esta búsqueda es toda sobre el amor.
La espiritualidad Carmelita nos dice que nuestro mejor contacto con Jesús es por medio de la oración personal profunda. Aprendemos que la oración es siempre amor respondiendo al amor. Orar continuamente crea convulsiones en nuestras vidas y valores. La oración es la búsqueda de Dios. La meta final de la oración es estar valientemente en amor con Dios. La tarea de la oración en este viaje de amor es guiarnos hacia la voluntad de Dios y enseñarnos cómo vivirla. La oración nos asiste para comprender el mensaje de Jesús que es la verdad liberadora de a dónde vamos y cómo llegamos ahí. Esta es nuestra peregrinación hacia Dios.
Las siguientes reflexiones serán unas series sobre oración personal profunda como las desarrolladas en la tradición Carmelita como una verdadera guía para nuestra peregrinación a Dios.
Cualquiera que viene a este blog está buscando algo. De una forma u otra, ellos quieren ser felices. Ellos han llegado a la conclusión que el anhelo en sus corazones está de alguna manera relacionada con Dios. Si ellos no están buscando a Dios, aún en la más remota manera, el internet ofrece una interminable gama de otras opciones.
ORANDO SOLOS JUNTOS espera dirigir a la gente hacia Dios al responder dos de las preguntas más fundamentales que enfrenta la experiencia humana universal, buscando la felicidad. Las preguntas son: ¿Hacia dónde vamos? Y ¿Cómo llegamos ahí?
Si tomas un momento para pensarlo, casi todos los días de nuestra vida están dirigidos por una búsqueda de una respuesta a estas preguntas. Con mucha frecuencia, nuestra búsqueda es absolutamente fútil. Demasiado a menudo, pensamos que no estamos en el camino solamente para darnos cuenta que nuestro GPS no es confiable. Muy de vez en cuando encontramos el amor. Entonces sabemos que algo nos está guiando en la dirección correcta.
La espiritualidad Carmelita empieza con una conciencia de que Dios nos ama primero y nos ama tal como somos. Los Evangelios están llenos de historias que revelan esta verdad. Las historias de las mujeres son especialmente ejemplos claros: la mujer samaritana, María Magdalena, la mujer con hemorragia y la mujer sorprendida en adulterio.
El amor de Dios es un amor dirigido que siempre viene tras nosotros. Todos tenemos momentos de reconocimiento de esta actividad divina. Algunas veces, parece como si Dios está jugando a las sorpresas con nosotros. Cuando esto sucede, sabemos en lo profundo de nuestro corazón que hay más de la vida de lo que nosotros normalmente experimentamos.
En este amargamente quebrantado mundo, es difícil creer que Dios está siempre persiguiéndonos con una ferocidad divina pero que es verdad. Nuestra mente y nuestro corazón están preocupados con falsos valores y actividades que sólo en ocasiones tenemos este encuentro con lo divino. Nosotros estamos constantemente creando barreras para la iniciativa divina.
Aquí está un resumen rápido de la Biblia. Dios es amor. Jesús nos dice lo que es el amor. Necesitamos volver a Jesús por la respuesta verdadera a las grandes preguntas de a dónde vamos y cómo llegaremos ahí porque esta búsqueda es toda sobre el amor.
La espiritualidad Carmelita nos dice que nuestro mejor contacto con Jesús es por medio de la oración personal profunda. Aprendemos que la oración es siempre amor respondiendo al amor. Orar continuamente crea convulsiones en nuestras vidas y valores. La oración es la búsqueda de Dios. La meta final de la oración es estar valientemente en amor con Dios. La tarea de la oración en este viaje de amor es guiarnos hacia la voluntad de Dios y enseñarnos cómo vivirla. La oración nos asiste para comprender el mensaje de Jesús que es la verdad liberadora de a dónde vamos y cómo llegamos ahí. Esta es nuestra peregrinación hacia Dios.
Las siguientes reflexiones serán unas series sobre oración personal profunda como las desarrolladas en la tradición Carmelita como una verdadera guía para nuestra peregrinación a Dios.
