Reyes Magos y Los Santos Inocentes

Esta pizca de sabiduría es la primera de diez selecciones del libro Déjalo ser: Orando las Escrituras en Compañía de María, la Madre de Diosi. Escrtio por el Padre Joseph Chalmers, O. Carm. Ex Provincial General de los Carmelitas de la Antigua Observancia.

En el texto el Padre Chalmers presenta una Lectio Divina de todos los pasajes en la Biblia que incluyen a María, la Madre de Dios. Él tiene reflexiones sobre los cinco pasos de leer, reflexionar, responder, descansar y actuar. En sus observaciones sobre el cuarto paso de descansar él tiene unas grandes visiones sobre la vida espiritual como se observa en el contexto de la tradición Carmelita. Estaré usando estas reflexiones para las selecciones y reflexiones de nuestra “Pizca de Sabiduría.”

______________________________________________________________

P 38-39 “ El misterio del mal acecha nuestro mundo. Cuando somos realmente honestos podemos vislumbrar la posibilidad para cada mal en las profundidades de nuestro propio corazón. Eso puede ser impactante, pero de hecho es liberador. Nosotros ya no presentamos auto-rectitud para condenar a otras personas, sino que podemos entender que sus acciones son el resultado de una cadena de eventos, algunos de los que estuvieron fuera de su control. Empezamos a amar al pecador mientras seguimos odiando el pecado. Ya que nos damos cuenta que ‘es solo por la Gracia de Dios que sigo’. Mientras se sigue la lucha contra el mal en todas sus formas, dejamos a Dios todos los juicios. La condenación de los demás es algo que destruye nuestra propia paz. Cuando vamos a orar podemos tomar todas estas preocupaciones y problemas y ponerlos en las manos de Dios ya que es por seguro que nosotros no podremos resolverlos. Nuestro mejor enfoque es el silencio, ya que en el silencio gradualmente nos vamos conformando a la mente de Cristo.

El silencio, sin embargo, no es fácil de alcanzar, y cuando eventualmente alcanzamos un poco de silencio no es para nada fácil de mantener. Primero que todo, ¿qué es eso tan bueno sobre el silencio? ¿por qué querríamos estar en silencio? En el Salmo 62 somos invitados a esparar a Dios en silencio. Estamos rodeados por demasiado ruido que para nosotros es difícil discernir la voz de Dios. Es así, como la primera razón para buscar algo de silencio en nuestra vida es que nos ayuda a nadar a través del diluvio de palabras en la vida diaria y nos ayuda a seguir a donde Dios nos dirige. Muchas palabras y ruido de varias descripciones pueden ser usados como una barrera contra lo que no queremos oir. Cuando oramos, estamos entrando en una relación con Dios. Esperamos que Dios nos escuche y deberíamos ser recíprocos al escuchar lo que Dios quiere decirnos. Por supuesto, Dios habla por medio de la Biblia y los sacramentos, pero Dios también habla en muchas otras maneras – por medio de la gente que conocemos y las situaciones en las que nos encontramos, así como en los problemas de nuestro mundo, grandes y pequeños.”

Reflexión I:

Thomas Merton acuñó una frase poderosa que nos ayuda a entender la necesidad del silencio. La frase era “La Tiranía de la Diversión.” En esta declaración él señala las poderosas fuerzas en la cultura consumista del Oeste que constantemente nos aleja del silencio. Estamos dispuestos para buscar constantemente una distracción u otra. Simplemente no nos gusta el silencio. Si no es la radio en el carro o la televisión en casa, es el siempre-presente empuje del internet y su media social compulsiva en todas sus varias manifestaciones.

La frase de Merton, “La tiranía de la diversión”, es un buen desafío para que nosotros examinemos cuantas veces llenamos el vacío del silencio con alguna forma de acción que interrumpe nuestro silencio ya sea con sonidos o palabras. Para la mayoría de nosotros, esto deja poco tiempo de silencio.

La invitación de Chalmers para nosotros es abrirnos a las ricas promesas del silencio. En silencio, tenemos el potencial, y con práctica, la probabilidad, de oir la llamada de Dios a nosotros. Necesitamos entender que la parte más importante de la madurez en la oración es escuchar. Para escuchar, necesitamos el silencio. No solamente podemos discernir la llamada de Dios en las Escrituras sino la reflexión en silencio en la experiencia de la vida donde Dios nos habla. Dios está presente en nuestras relaciones, nuestros gozos y dificultades, y especialmente en el hambre que tiene nuestro corazón por lo real. Sin silencio, fallamos para tener la palabra de Dios transmitiendo el mensaje a nosotros.

“El silencio es oro” es un dicho que oimos de vez en cuando. El silencio es oro expresa una realidad que necesitamos abrazar para encontrar a Dios.

Reflexión II:

Del libro de John Welch, O. Carm. La Manera Carmelitaii
“Un tema fundamental en la Tradición Carmelita es el de escuchar, estar atentos
Compartir: