El corazón esclavizado-II



En esta presentación tenemos la segunda entrega de cinco temas basados en el libro de John Welch, Las Épocas del Corazón. Este tema es El Corazón Esclavizado.

ADORACIÓN A LOS FALSOS DIOSES 

Los Carmelitas no tienen una persona como su fundador. Hemos adoptado a Elías el profeta y la Santísima Madre son nuestros modelos. Elías tuvo una batalla épica en el Monte Carmelo con los falsos profetas de Jezebel, la patrona del dios falso, Baal. Él era superado en números cuatrocientos cincuenta contra uno. Elías, durante el acalorado conflicto se dirigió al pueblo: “¿Hasta cuando saltarán de un pie al otro? Si el Señor es Dios, síganlo; si lo es Baal, síganlo.” (1 Reyes 18:21)

Parece una opción suficientemente fácil para nosotros. Sin embargo, cuando los dioses de Baal llegan en forma de dinero, un estilo de vida más cómodo, nuestros prejuicios y especialmente nuestras adicciones grandes y pequeñas, la opción se vuelve mucho menos clara.

 NUESTROS IDOLOS O DIOS

El corazón humano es una máquina que hace ídolos. Los ídolos, los dioses falsos que creamos tan fácilmente, producen desintegración y fragmentación del corazón. A menudo pensamos que los ídolos del Antiguo Testamento son distantes y no tienen relación con nuestra experiencia. Pero lo que los ídolos exponen es fundamental en la experiencia humana. Continuamente elevamos a las criaturas de Dios como un substituto del mismo Dios. Esto nos permite estar a cargo. Nuestros dioses se vuelven manejables y completamente sin demandas. Para nosotros no es difícil saltarnos el problema cuando nuestro control y comodidad están en su lugar. Todos necesitamos la voz de Elías para romper nuestra autodecepción.

El corazón humano distorsiona facilmente las relaciones con la gente, con las cosas y con las ideas. Este es un jale natural de compulsión. Esta relación se vuelve gradualmente un apego para nosotros. Esta es la distorsión fundacional. Basicamente, estamos atando el espíritu humano a algo o a alguien que no es el amor. Estamos buscando a Dios en la criatura en lugar de dejar que la criatura nos lleve a Dios. Este es un obstáculo clave en nuestra búsqueda de Dios que es la fundación de toda vida espiritual auténtica.

Estos hábitos de apego hacen la vida más facil al principio pero gradualmente nos deslizamos de la libertad de amar al temor de la pérdida. Muchos apegos se deterioran hasta las adicciones las cuales fomentan un corte en nuestra libertad en un grado escalado de compulsión. Juan de la Cruz enlista algunas cosas muy simples que pueden ser un apego en la forma de adicción: el hábito de ser excesivamente hablador, la forma de preparar la comida, un libro o un cel. Luego, por supuesto, están las relaciones personales, que tienen gran capacidad para distorsionar. En nuestra sociedad consumista,las compañías gastan grandes cantidades de dinero para esclavizarnos a sus productos, haciendo que aquello que queremos se vuelva una necesidad. Los horizontes siempre en expansión del mundo digital ofrece incontables nuevas oportunidades para la adicción.

La vida está llena de callejones sin salida. Constantemente fabricamos ídolos en la búsqueda de seguridad y control. En este punto la Biblia es clara desde Abraham hasta Jesús. Un tema común de libertad en la Biblia Hebrea y en el Nuevo Testamento es el viaje, la peregrinación. La peregrinación es la norma. Con ellas viene una inseguridad básica y un llamado para confiar y abrirse a la vida. Somos conducidos por un corazón distorsionado. Queremos un hogar estable, incluso con hipoteca, más que el desafío de la jornada. Queremos establecernos con límites claros que definan nuestra realidad. Para ser rey o reina de nuestra propia mansión va mucho más profundo de lo que pensamos.

Anhelamos establecernos con los dioses menores que son menores porque podemos controlarlos. Entre estos dioses menores nuestros apegos y adicciones tienen la posición más prominente. El corazón lucha constantemente para volverse libre y abierto para la jornada.

El problema no es el mundo o sus pueblos o las cosas. Nuestra dificultad es el corazón creando un mundo centrado en sí mismo. Todas las distorsiones surgen de esta idolatría. Estamos atrapados en la incesante batalla de elegir el bien o el mal, una falsa seguridad de entrega a la llamada de Dios. Las parábolas de Cristo, especialmente la de la cizaña y el trigo (Mateo 13: 24-30) simboliza esta acerrima batalla entre el bien y el mal. 

LA LLAMADA PARA DEJAR IR 

Cuando salimos de la cama en la mañana usualmente tenemos un conjunto de relaciones y responsabilidades que definen nuestro mundo. Las circunstancias de nuestro mundo concreto y especifico demandan una respuesta de amor y generosidad. Sin embargo, el tirón del corazón fragmentado nos mueve hacia el egoísmo, la negligencia y la cansada rutina de el facil y cerrado mundo que creamos para nosotros mismos. Nuestra hipoteca necesita darle paso a la peregrinación que es el nuevo mundo de la la llamada del Evangelio.

El desafío del Evangelio visto a través de la tradición de la espiritualidad Carmelita permite el triunfo del amor. El amor nos impulsa a confrontar nuestro pequeño, controlado mundo y nuestro estilo de vida. Esto significa estar abierto a otros empezando con aquellos más cercanos a nosotros y nuestras responsabilidades inmediatas. Luego nos expandimos a la llamada siempre creciente del Evangelio. Ambas dimensiones nos llaman a ser responsables por nuestro mundo. El amor nos empuja hacia la peregrinación. La hipoteca nos detiene.

Los ídolos de nuestro tiempo no son solo amores personales y posesiones, sino especialmente idolos de poder, pretigio, control y dominio. Estos ídolos nos llevan a la negligencia en nuestras relaciones inmediatas y especialmente a la ceguera hacia los pobres y su situación en nuestro mundo. Otros problemas de justicia y paz junto con el cuidado al medio ambiente tambien son víctimas de nuestra negligencia.

Nuestro anhelo por el control se resiste a la llamada del Señor para peregrinar y confiar. Enfrentamos la elección fundamental justo como en el tiempo de Elías o en el mensaje de hoy de Jesús: el Dios verdadero o el dios de nuestro control, comodidad y conveniencia, la peregrinación o la hipoteca.

EL PAPA FRANCISCO SOBRE EL CORAZÓN ESCLAVIZADO

En su poderosa Exhortación en el inicio de su mandato, La Alegria del Evangeio, el Papa Francisco habla del tema del Corazón Esclavizado justo en el inicio él dice:

“El gran riesgo del mundo actual, impregnado por el consumismo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado”. # 2

Es obvio que el Corazón Esclavizado es una gran piedra de tropiezo en nuestra peregrinación hacia Dios. Podemos superar este impedimento con un Corazón que Escucha el cual consideraremos en nuestra siguiente etapa de las Épocas del Corazón.

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