Victimas de la Publicidad

Hay muchas maneras de ser feliz, y cada hombre tiene la capacidad para hacer de su vida lo que necesita ser para tener una cantidad razonable de paz en ella. Entonces ¿Por qué nos perseguimos con demandas ilusorias, nunca estamos contentos hasta que sentimos que hemos conformado a algún estándar de felicidad que no es bueno solamente para nosotros sino para cada uno? ¿Por qué no podemos estar felices con el regalo secreto de la felicidad que Dios nos ofrece, sin consultar con el resto del mundo? ¿Por qué insistimos, más bien, en una felicidad que está aprobada por las revistas y la televisión? Quizás porque nosotros no creemos en la felicidad que se nos da a cambio de nada. No creemos que podemos ser felices con una felicidad que no tiene una viñeta con un precio sobre ella. 

“Si somos suficientemente tontos para permanecer en la misericordia de la gente que quiere vendernos la felicidad, será imposible para nosotros llegar a estar contentos con alguna cosa. ¿Cuánto sería la ganancia de ellos si nosotros estamos contentos? No necesitaríamos más sus nuevos productos.” 

“La última cosa que el vendedor quiere es que el comprador esté contento. Entonces usted no es de utilidad en nuestra sociedad afluente a menos que usted esté siempre por agarrar lo que no tiene.”

“Dios nos da libertad para hacer nuestras propias vidas dentro de la situación que es un regalo de Su amor para nosotros, y por medio del poder nos da su amor. Pero nos sentimos culpables por eso. Somos capaces de ser felices en esta vida. Él nos ha dado, con lo que contentamente hacemos a nuestra manera, ayudados por Su Gracia. Estamos avergonzados de hacerlo así. Nosotros necesitamos una cosa más que la felicidad: necesitamos aprobación. Y la necesidad por aprobación destruye nuestra capacidad de ser felices. “Cómo pueden creer, que buscan gloria los unos en los otros”. En los Estados Unidos, la aprobación tiene que ser comprada – no una, no diez veces, sino mil veces cada día.”
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La selección se encuentra en las páginas 93-94 de Conjeturas.


Mis comentarios:

Cuando yo era un trabajador joven usaba overol. Esos pantalones eran el atuendo común para casi todos los trabajadores. Algunos tenían peto con más bolsillos. Gradualmente, los trabajadores empezaron a usar otros pantalones además de los overoles.

Algunos años mas tarde vi a la gente usando overoles en diferentes ocasiones sociales. Aprendí que ahora los llamaban jeans. También aprendí que ahora eran mucho más caros. Yo hice votos de nunca usar jeans a causa de esta descarada manipulación comercial. Era mi pequeña vela en el vasto mundo de la oscuridad comercial.

En los últimos años, noto que la gente del mercado vino con una nueva idea para obtener más dinero de nosotros ya que una vez más traen algo viejo como nuevo: hacer que los jeans luzcan viejos y rotos pero en una forma muy especial con las hilachas en orden en el agujero. Entre más agujeros, es mucho mejor y más caro. Hace veinte años, no se habría visto a nadie morir con un par de pantalones de esos. Ahora los comerciantes han declarado que ese es el grito de la moda. Todo es una manipulación de la mentalidad común para obtener ganancias.

Aquí hay otro ejemplo más simple. Cuando estaba en la escuela de gramática, mis dos tias ancianas usaban zapatos tenis. Mis hermanas y yo pensamos que eso era gracioso. Mirando atrás, estoy seguro que eran muy cómodos para sus viejos y cansados pies. Hoy, deben ser algo innovador.

Al mismo tiempo, una nueva moda se dio en las canchas de basketball en mi segundo año de secundaria. Los tenis blancos reemplazaron a los negros de la noche a la mañana. Ahora lo negro está de regreso. Los jóvenes los estan usando para toda ocasión.

Estos pocos ejemplos pueden ser multiplicados diez mil veces en todas las áreas de nuestra vida. Somos manipulados por ganancias. Voluntariamente entramos en la esclavitud del estilo que define nuestra ropa, carro, celulares, corte de cabello, computadoras, comida, y la lista sigue. Detrás de todo esto hay millones de dólares en anuncios diciendonos lo que necesitamos para ser felices. Se llama consumismo.

II
El Papa Francisco tiene incontables declaraciones sobre el consumismo. La siguiente lectura es un buen ejemplo de su mensaje insistente. Es un resumen de su mensaje en el Misa de Medianoche, 2015

Dios esta enamorado de nosotros, eviten el consumismo, dice fiel el Papa


En su homilía de la Misa de Medianoche el Papa Francisco dijo que los Cristianos deberían rechazar el consumismo y en lugar de ello vivir en sobriedad y en forma balanceada.

“En una sociedad con frecuencia intoxicada por el consumismo y el hedonismo, riqueza y extravagancia, apariencias y narcisismo, este Niño nos llama a actuar sobriamente, en otras palabras, en una manera que es simple, balanceada, consistente, capaz de ser y hacer lo que es esencial,” dijo el Papa.

Durante la misa en San Pedro esta tarde Francisco también señaló que el nacimiento de Cristo llama a la gente a salir de la indiferencia o la duda y ver que la alegría y el regocijo han venido al mundo.

“En medio de una cultura de indiferencia que no infrecuentemente se torna despiadada, nuestro estilo de vida debería ser devota, lleno de empatía, compasión y misericordia, lleno diariamente de la fuente de la oración”, explicó el Papa.

“No hay espacio para la indiferencia que reina en los corazones de aquellos que no son capaces de amar por miedo a perder algo. Toda la tristeza se ha desvanecido ya que el Niño Jesús trae verdadero confort a cada corazón.”

III
La siguiente cita es del escrito del Papa La Alegría del Evangelio # 60. Profundiza aun más en las estructuras consumistas de nuestra sociedad que son destructivas en sus consecuencias par los pobres:

“Los mecanismos económicos de hoy promueven el consumismo exagerado, es muy evidente el consumismo desenfrenado combinado con la desigualdad probó dañar doblemente a la estructura social. La desigualdad eventualmente engendra un violencia que recurre a las armas que no puede y nunca podrá ser resuelto. Esto sirve solamente para ofrecer falsas esperanzas a aquellos que claman por mayor seguridad, aun cuando hoy en día sabemos que las armas y la violencia, más bien que proveer soluciones, crea nuevos y más serios conflictos. Algunos simplemente se contentan con ellos mismos culpando a los pobres y los países más pobres por sus problemas; condescendiendo en generalizaciones sin garantía, ellos reclaman que la evolución es una “educación” que los tranquilizaría, haciéndolos sosegados inofensivos. Todo esto se vuelve aun más exasperante por la marginalización a la luz de la tan amplia y profunda corrupción que se encuentra en muchos países – en sus gobiernos, negocios e instituciones – y cualesquiera que sean las políticas ideológicas de sus líderes.” 


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