EMPEZANDO A ORAR A UN NUEVO NIVEL

PARTE UNO

Fui sacerdote por muchas décadas antes de hacer un esfuerzo serio por enseñarle a la gente a orar a un nivel personal profundo. Hice esto como una extensión de mi sesión regular de Biblia. Para mi sorpresa, perdí muchos participantes. Ya reflexionando, debí haberlo visto como un resultado probable.

Esta clase de oración más madura solamente es posible cuando cambiamos nuestro enfoque. Dios debe reemplazarse y ser Él mismo el centro de nuestras vidas. Ahora, no estamos pidiendo a Dios los favores para satisfacer nuestros deseos. Básicamente estamos pidiendo a Dios cambiar nuestros deseos. Nos estamos moviendo de nuestro reino de seguridad personal, privilegio y abundancia hacia el reino de Dios que es de servicio, sacrificio, reconciliación y amor. Muchas personas buenas no están listas para este cambio. Esta entrada en la oración personal profunda demanda una conversión, un dejar ir que diferentes personas experimentan en las diferentes etapas del viaje cristiano.

Tomas Merton y Teresa de Ávila serán la fuente de las definiciones de oración personal profunda que serán usadas en esta serie de reflexiones. Para Merton, un monje trapista que fue uno de los grandes maestros espirituales del siglo XX en América, “Oración significa el anhelo por la simple presencia de Dios, por una comprensión personal de la palabra de Dios, por el conocimiento de la voluntad de Dios, y por la capacidad para escuchar y obedecer a Dios.”

Teresa dice que la oración “No es otra cosa que un compartir íntimo entre amigos; significa tomar tiempo frecuentemente para estar a solas con Él, ese que sabemos que nos ama.”

Toda oración debe alzar nuestra conciencia de la presencia del Dios amoroso. La humildad es la base más importante de la oración. La Biblia es la forma más privilegiada para este encuentro con la palabra de Dios. Las experiencias de nuestra vida con frecuencia también son fuente muy ricas de la presencia amorosa de Dios que nos llevan hacia la oración. El compromiso con la palabra de Dios nos lleva a la voluntad de Dios, un llamado para salir de nuestro egoísmo a la generosidad y amor hacia Dios y nuestro prójimo.

Escuchar es la clave en esta oración. La nueva visión de la voluntad de Dios guiará nuestro camino de vida con nueva sinceridad hacia la humildad, el servicio y el amor. Teresa de Ávila, una de las grandes maestras Carmelitas de la oración, señala que este diálogo involucra el compromiso con alguien que sabemos que nos ama.

Cuando uso la descripción de oración personal profunda, puede incluir varios tipos de oración: vocal, mental, meditación, Lectio Divina, y oración contemplativa. Un hilo común para todo esto es un esfuerzo personal específico para orar a una hora determinada. Esto distingue a ésta oración de la oración espontánea que puede darse a cualquier hora, por ejemplo al pasear al perro, a la hora de la lectura, o incluso al ver una película. La oración personal profunda demanda una disciplina para orar regularmente sin importar cómo nos sentimos. Puede empezar con tan solo quince minutos al día pero con compromiso y generosidad crecerá y lentamente transformará nuestras vidas. Nos lleva en un viaje de amor cuya meta final es estar totalmente enamorado de Dios.
Compartir: