Décimo quinto domingo del tiempo ordinario


SAN MATEO 13: 1-9 

Queridos amigos, Hoy empezamos el primero de tres domingos sobre parábolas del capítulo 13 de San
Mateo. Una parábola es simplemente una historia tomada de los eventos ordinarios “de la vida diaria que llevan a una visión profunda dentro de la realidad.” Con frecuencia las parábolas son propensas a diferentes interpretaciones. Todas ellas nos llevan a un mensaje interno principal de Jesús, el Reino de Dios. Ellas develan la presencia salvadora de Dios en nuestra experiencia humana ordinaria.

La parábola de hoy es sobre la siembra de semillas. Unos pocos hechos sobre la práctica agrícola en el tiempo de Jesús son de mucha ayuda para entender el mensaje de la parábola. La siembra arroja la semilla indiscriminadamente sobre toda clase de tierra si es rocosa, nivelada, rica o pobre.

Primero, la tirada de la semilla tan indiscriminadamente no parece una brillante idea. Sin embargo, tiene un poco más de sentido cuando uno se da cuenta de la costumbre Judía que era arar después de la siembra. La mayoría en todo el mundo hace lo opuesto.

Segundo, un retorno de entre el 7 y 10 % era considerado una buena ganancia de la semilla sembrada.

Consecuentemente, podemos entrar al mundo de las parábolas de Jesús y trazar algunas conclusiones. La conclusión número uno es, que el mensaje de Jesús es para toda la gente no importa cuales sean sus circunstancias. El llamado universal es en el corazón del mensaje de Jesús. Todos son bienvenidos a la mesa.

Por supuesto, “todo mundo” siempre ha tenido la dificultad de Cristianos teniendo un grupo de “esas personas” que no serían incluidas. Hace muchas décadas, fueron los divorciados y los protestantes. Recientemente, los homosexuales y los musulmanes están en la cima de esa lista “de esa clase de gente”.

Otro punto a tomar en consideración fue el regreso de las treinta, sesenta y cien veces. Estos números son indignantes. Así tambien lo es el amor de Dios. El corazón que es la buena tierra se abre a increíbles nuevas posibilidades en este valle de oscuridad y lágrimas.

La parábola de la siembra nos dice que la realidad revela un misterio de vida, una posibilidad de una explosión de amor que esta escondido en lo ordinario. La realidad está impregnada con una gracia y con dones más allá de nuestros sueños cuando abrazamos la llamada de Jesús. El resultado del si de Jesús lleva a una nueva vida de libertad y de sanación que nos guia a buscar para crear un nuevo mundo de justicia y paz. La aceptación del llamado de Jesús es la transición a un nuevo mundo de reconciliación y servicio, el inicio del reino de Dios aquí y ahora. En la lotería de Jesús, la combinación ganadora es 30, 60 y 100. El premio es en victoria de amor sobre el odio, de paz sobre la violencia, de armonía sobre la división y un corazón humano con un profundo sentido de plenitud e integridad. 

Padre Tracy O’Sullivan, O. Carm

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