Segundo domingo del tiempo ordinario

Juan 1:29-34

Queridos amigos, Este año caminaremos con el Jesús proclamado en el Evangelio de San Mateo. La historia permanece
igual pero nosotros cambiamos. Yo siempre miro hacia adelante a un nuevo viaje que es familiar pero siempre más profundo, siempre invitándonos más conforme crecemos más en nuestra madurez personal y en nuestra fe.

          Hoy empezamos con San Juan por el enfoque tan agudo que él ofrece sobre los inicios de la vida pública de Jesús. Todo es sobre Jesús. Juan es muy centrado al presentar a Jesús como la total revelación de Dios. Él es la Palabra que existía antes del tiempo que se volvió carne.

          En la selección de hoy Jesús es presentado como el Cordero de Dios.  Este es uno de los muchos títulos que Juan le da a Jesús tal como La Luz del Mundo, Agua Viva, Pan de Vida, la Vida y la Resurrección y, por supuesto, el Camino la Verdad y la Vida. Todas estas expresiones son una clara manifestación de Dios presente en Jesús.

          El mensaje del Evangelio de hoy es claro y centrado. Jesús es la plenitud de la revelación de Dios. Él nos guiará en el viaje a la salvación. Necesitamos ser fieles a su llamado porque Él tiene la respuesta para los anhelos más profundos del corazón humano. Esto es lo que hace nuestro responsorio tan apropiado, “Aquí estoy Señor. Vengo para hacer tu voluntad.”

          Conforme iniciamos nuestro viaje con San Mateo en el problemático año 2017 necesitamos saber la respuesta a nuestra búsqueda: el llamado de Dios en la persona de Su Hijo que es el Cordero de Dios guiándonos hacia la libertad del mensaje del Evangelio. Es por eso que la iglesia nos da una guia con Juan. Su imagen de Cristo  es fuerte y firme desde el mero inicio.

          Asi como los discípulos caminaron por los caminos polvorientos de Galilea, nosotros, también, tenemos la oportunidad para caminar una vez más con el Hijo de Dios hecho carne que nos llama para salir de la oscuridad hacia la luz. Cuando caminamos con Jesús lentamente entramos en un nuevo mundo con menos egoísmo y con más amor. Siempre es un paso a la vez. Hoy estamos invitados a dar ese primer paso una vez más.

Compartir: