UN TESORO ESPECIAL-4


Una oportunidad para una profunda oración personal

La lectura fiel de la Biblia: Lectio Divina


El Vaticano II llevó la palabra de Dios en la Biblia al centro de toda la espiritualidad cristiana. Este avivamiento ha llevado a una creciente práctica de oración que ha tenido una larga tradición en la iglesia. Esto se llama lectio divina. Literalmente, esto significa lectura divina. Otra descripción sería la lectura fiel de la Biblia.

Esta lectura fiel busca escuchar lo que Dios tiene que decirnos. Nos llevará a conocer y abrazar la voluntad de Dios. Se trata del encuentro transformador con los medios especiales de revelación de Dios, las Escrituras hebreas y cristianas.

Al acercarnos al Misterio revelado en las Escrituras, necesitamos la actitud de Samuel: "Habla, Señor, tu siervo está escuchando." (1 Samuel 3:10).

Hay cuatro pasos para esta lectura fiel de la Biblia:

  1. Una lectura meditativa lenta de un texto seleccionado de las Escrituras.
  2. Una reflexión sobre el texto que lo conecta con nuestra experiencia vital.
  3. Una respuesta en oración a esta actividad reflexiva.
  4. Finalmente, un tranquilo descanso en el Misterio de este encuentro.

Cuatro pasos


Es esencial prepararse para este tiempo serio de oración. Necesitamos crear una atmósfera de silencio, con mínimas distracciones externas. A continuación, seleccionamos el texto. Entonces invocamos al Espíritu Santo.

  1. En el paso inicial, tenemos que buscar el significado: ¿Qué dice el texto? El silencio es importante para escuchar y evitar la trampa de hacer que el texto diga lo que queremos. Necesitamos traer el corazón al proceso, así como la mente. Una frase u oración en particular puede estallar como una luz, a veces suavemente, a veces con gran fuerza. Agárrate a él.
  2. En el segundo paso, queremos preguntar: ¿Qué nos dice el texto? Entramos en diálogo con el texto. Aquí queremos hacer la conexión con nuestra vida. La reflexión lleva a construir un puente entre la palabra de Dios y nuestra situación de vida en este momento. En este proceso, las distracciones nunca estarán lejos. Para expulsar estas interrupciones en la mente, siempre regrese al texto. El asunto más importante aquí es que debemos regresar al texto y alejarnos de las distracciones siempre presentes de la mente. Esta disciplina mantiene un enfoque recogido y enfocado para el trabajo de reflexión en el segundo paso.
  3. En el tercer paso, tratamos de descubrir lo que el texto nos lleva a decir a Dios. Nos sentimos movidos a la oración. Hablamos con Dios de cómo sabemos que queremos cambiar. Reconocemos la lucha. No podemos hacerlo solos. La honestidad es el verdadero oro de esta forma de oración. Buscamos ayuda tal vez para sanar una relación defectuosa o para deshacernos de un mal hábito. Pedimos ayuda y orientación. Hacemos resoluciones para ser más generosos al caminar con Jesús. La paciencia es realmente importante. Este es siempre un viaje lento desde la cabeza hasta el corazón y la vida. Se trata del autoconocimiento, un tema decisivo para cualquier esfuerzo auténtico de oración.
  4. El cuarto paso, escuchar tranquilamente y descansar en el Señor, genera un estado de ánimo contemplativo. Este es el objetivo de la lectura fiel de la Biblia: abrirnos al amor transformador de Dios. El silencio es el lenguaje de Dios. Poco a poco crecemos en la maravilla de que Dios nos ama. Si bien no siempre tenemos este profundo encuentro de silencio amoroso, sigue siendo el objetivo. Es el don que nos transforma a la imagen de Cristo.

Transformación espiritual


Cuando nos acercamos a la lectura fiel de la Biblia en lectio divina, debemos vernos a nosotros mismos como aquel a quien se dirige la Biblia. Fue formulado para dirigirse a nosotros aquí y ahora. Sin embargo, siempre somos miembros de una comunidad. La Biblia no es un libro de oraciones personal, sino un regalo de Dios a la comunidad.

Nuestra búsqueda del significado de las Escrituras necesita incluir la guía de la iglesia en los estudios bíblicos. Orar las Escrituras debe llevarnos a buscar una comprensión del significado bíblico. La oración y el estudio deben alejarnos de hacer que la Biblia se ajuste a nuestras demandas y deseos.

Necesitamos mantener la realidad concreta de nuestra vida, nuestra familia, nuestra comunidad y las circunstancias más amplias de la realidad política, económica y social al frente y al centro. Los primeros tres pasos son un encuentro con Cristo-para-nosotros. Él es nuestro Salvador llamándonos a una nueva vida. En el paso final, y más importante, nos encontramos con Cristo-en-nosotros. Esta presencia crece en la transformación gradual de nuestro ser que resulta de nuestra lectura fiel y generosa de la Biblia. Realmente estamos caminando con Jesús.

La práctica fiel de la lectio divina nos ayuda a salir de nuestro falso yo y a buscar el don de nuestro verdadero yo. Poco a poco crecemos fuera de las ilusiones de auto-importancia. Reconocemos el poder destructivo del ensimismamiento. Este crecimiento a menudo doloroso sorprendentemente es un crecimiento en humildad. Esto nos lleva hacia la meta del viaje humano, ser uno con Dios.
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